miércoles, 24 de septiembre de 2008

Diferencias entre vih y sida


El vih es el Virus de la Inmunodeficiencia Humana y cuando ingresa dentro del organismo de una persona, provoca una infección. Esta infección es exclusivamente humana, es decir que en ningún caso el virus tiene posibilidades de sobrevivir en un organismo animal y la transmisión de la infección siempre se producirá de persona a persona sin ninguna intermediación. Además, este proceso infeccioso es por completo asintomático (no presenta síntomas ni signos de ninguna índole). Esto es así porque la infección de vih no constituye una enfermedad en sí misma.

Todos los seres humanos, desde que nacemos hasta que morimos, estamos continuamente rodeados de virus, bacterias, hongos, parásitos y gérmenes capaces de provocarnos alguna enfermedad. Si no nos enfermamos a cada instante es justamente gracias a la acción del sistema inmune, que es el conjunto de mecanismos mediante los cuales el cuerpo se defiende de las enfermedades. Cada vez que alguien se enferma es porque el sistema inmunológico ha fallado en algo y la gravedad de la enfermedad será mayor cuanto mayor sea el deterioro de las defensas. Una vez dentro del organismo, el vih irá desmantelando poco a poco el sistema inmunológico y, con el paso de los años, si no se sigue el correspondiente tratamiento médico, las defensas del organismo quedarán devastadas y la persona infectada estará expuesta a las enfermedades más graves.

Cuando el vih se convine con una enfermedad muy grave (las llamadas enfermedades marcadoras), recién entonces se dirá que la persona tiene sida.


Esas enfermedades oportunistas varían según la región geográfica. En el cono sur las más vinculadas con la infección de vih son la tuberculosis, la neumonía, la meningitis, la toxoplasmosis, la hepatitis B, etc.

El sida es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida y un síndrome es el conjunto de síntomas y signos característicos de una enfermedad. O sea que:

Así como la persona que vive con vih no está enferma, una que ya ha ingresado en la etapa de sida sí lo está.

Pero ¿cuál será la enfermedad que la aqueja? Justamente una o varias de las enfermedades marcadoras. El vih no produce directamente una enfermedad sino que genera las condiciones necesarias para que las enfermedades más graves puedan instalarse en el organismo. Esa es la razón por la cual las enfermedades marcadoras también son llamadas enfermedades oportunistas: porque aprovechan el deterioro de las defensas provocada por el vih.

Actualmente, el vih ha dejado de ser una infección mortal y se ha convertido en una infección crónica. El vih no tiene cura (por el momento) pero sí un tratamiento muy efectivo capaz de controlarlo y la persona que vive con el virus puede desarrollar su vida con total normalidad. Hoy en día, cualquier PVVS (Persona que Vive con VIH/SIDA) tiene la posibilidad y el derecho de consultar a un médico y éste le recomendará un tratamiento adecuado para evitar consecuencias indeseadas.
 Por el contrario, el sida es una etapa que puede ser transitoria. Al ser la consecuencia de la combinación del vih con una enfermedad, si se puede curar la enfermedad marcadora y reforzar las defensas, la persona saldrá de la fase crítica. Esto no significa que la cura del sida sea siempre posible ni que la persona no pueda volver a ingresar en ella.



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